18 de junio de 2008
MAS CULTURA DE DERECHOS EN LA AGENDA DE LA COOPERACION
“Las relaciones políticas en el mundo de la cooperación también son parte del conflicto. Y el conflicto es parte de la democracia. Cuando hablamos de redistribución de la riqueza alguien tiene que perder. ¿Qué estamos dispuestos a dejar? Ese es el gran debate democrático del mundo global”. Así comenzó su exposición Lilián Celiberti, de la Asociación Feminista Marcosur en la Ponencia Marco “Democracia, Desarrollo y Feminismo” del Encuentro Diálogos Consonantes, Redes Feministas de Latinoamérica y el Caribe y el Sistema de Cooperación Español: los derechos de las mujeres y las modalidades de ayuda al Desarrollo.*
“Las relaciones políticas en el mundo de la cooperación también son parte del conflicto. Y el conflicto es parte de la democracia. Cuando hablamos de redistribución de la riqueza alguien tiene que perder. ¿Qué estamos dispuestos a dejar? Ese es el gran debate democrático del mundo global”. Así comenzó su exposición Lilián Celiberti, de la Asociación Feminista Marcosur en la Ponencia Marco “Democracia, Desarrollo y Feminismo” del Encuentro Diálogos Consonantes, Redes Feministas de Latinoamérica y el Caribe y el Sistema de Cooperación Español: los derechos de las mujeres y las modalidades de ayuda al Desarrollo.*
Sobre el tema de la mesa presentaron su ponencia la española Hortensia Moriones, jefa de gabinete de relaciones internacionales del Instituto de la Mujer del Ministerio de Igualdad del gopbierno español y la brasilera Silvia Camurca de la Articulación Feminista del Marcosur, así como las comentaristas fueron Alicia Miyares, asesora de la vicepresidenta de España, María Teresa Fernández de la Vega, y la propia Celiberti.
Ante un salón con más de cincuenta participantes, Moriones explicó que desde la Cooperación Española, el tema del Desarrollo se centra en cómo las organizaciones no gubernamentales adoptarán las cuestiones de género y cooperación para hacerlas más evidentes y estratégicas. “Hay que empezar a centrar más los temas claves y campo de trabajo para fortalecer los resultados. A veces nos ha pasado que nos llegan trabajos similares, que se van repitiendo a lo largo del tiempo y no acabamos de ver la línea real de trabajo en las cuestiones de desarrollo de cooperación y género. De este encuentro me interesa saber cuáles son los temas más importantes para empezar a trabajar en relación al desarrollo pero ligados al género” señaló como disparador de la mesa.
Camurca por su parte, aportó que para concretar una agenda de cooperación, es necesario que “la organizaciones civiles que se vinculan con la Cooperación Española sigan luchando desde su “lugar” para enfrentar la exclusión, explotación y opresión”, así como que “insistan en la lucha social y política, el ejercicio un control social sobre el Estado e inventen una cultura política”. Sin el aporte complejo de las mujeres que trabajan in situ se puede caer en una mirada simplista de los problemas de las latinoamericanas. Estas que viven en una sociedad que, para Camurca, aún no reivindica los derechos humanos y mantiene “vestigios de un patriarcado, racismo, y violencia que se traduce en una tutela de los vasallos”. Esto se demuestra, según ella, en la incapacidad de las mujeres en incidir en las decisiones, su dependencia económica, la violencia en la que se encuentran, así como la expropiación de sus cuerpos “ya sea por la medicina estética o la industria del sexo internacional (el tráfico de mujeres o sexoturismo) hasta la no-legalización del aborto”.
La falta de cultura de los derechos también fue revindicada por Miyares quien subrayó que “no hay cultura de derechos en el planeta”. Son los derechos humanos los que conforman la nueva agenda de género y cooperación. Además, recordó que “ninguna revindicación de derecho ha sido logrado como producto del consenso y del diálogo, sino de la lucha y la confrontación”. Es más, advirtió que los derechos de las mujeres se asocian al diálogo para mantenerlos en polémica “como forma de no reconocerlos. El barullo social constante es el mecanismo que las instituciones y discursos resistenciales tienen para no reconocer los derechos. No caigamos en la trampa del consenso y el diálogo social para llegar a la agenda feminista. Esta va a ser el resultado de la lucha de las mujeres”.
*18, 19 y 20 de junio. Montevideo. Uruguay. Hotel Four Point by Sheraton.
Ante un salón con más de cincuenta participantes, Moriones explicó que desde la Cooperación Española, el tema del Desarrollo se centra en cómo las organizaciones no gubernamentales adoptarán las cuestiones de género y cooperación para hacerlas más evidentes y estratégicas. “Hay que empezar a centrar más los temas claves y campo de trabajo para fortalecer los resultados. A veces nos ha pasado que nos llegan trabajos similares, que se van repitiendo a lo largo del tiempo y no acabamos de ver la línea real de trabajo en las cuestiones de desarrollo de cooperación y género. De este encuentro me interesa saber cuáles son los temas más importantes para empezar a trabajar en relación al desarrollo pero ligados al género” señaló como disparador de la mesa.
Camurca por su parte, aportó que para concretar una agenda de cooperación, es necesario que “la organizaciones civiles que se vinculan con la Cooperación Española sigan luchando desde su “lugar” para enfrentar la exclusión, explotación y opresión”, así como que “insistan en la lucha social y política, el ejercicio un control social sobre el Estado e inventen una cultura política”. Sin el aporte complejo de las mujeres que trabajan in situ se puede caer en una mirada simplista de los problemas de las latinoamericanas. Estas que viven en una sociedad que, para Camurca, aún no reivindica los derechos humanos y mantiene “vestigios de un patriarcado, racismo, y violencia que se traduce en una tutela de los vasallos”. Esto se demuestra, según ella, en la incapacidad de las mujeres en incidir en las decisiones, su dependencia económica, la violencia en la que se encuentran, así como la expropiación de sus cuerpos “ya sea por la medicina estética o la industria del sexo internacional (el tráfico de mujeres o sexoturismo) hasta la no-legalización del aborto”.
La falta de cultura de los derechos también fue revindicada por Miyares quien subrayó que “no hay cultura de derechos en el planeta”. Son los derechos humanos los que conforman la nueva agenda de género y cooperación. Además, recordó que “ninguna revindicación de derecho ha sido logrado como producto del consenso y del diálogo, sino de la lucha y la confrontación”. Es más, advirtió que los derechos de las mujeres se asocian al diálogo para mantenerlos en polémica “como forma de no reconocerlos. El barullo social constante es el mecanismo que las instituciones y discursos resistenciales tienen para no reconocer los derechos. No caigamos en la trampa del consenso y el diálogo social para llegar a la agenda feminista. Esta va a ser el resultado de la lucha de las mujeres”.
*18, 19 y 20 de junio. Montevideo. Uruguay. Hotel Four Point by Sheraton.
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